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El Rincon De Jose

Cableando el suelo andaluz

El cable supone un avance más dentro de la implantación en la sociedad de las nuevas tecnologías. La fibra óptica reúne nuevas posibilidades que permiten un acceso más cómodo y fácil a todo tipo de comunicaciones. Gracias a un solo cable se puede contar con servicios de televisión, teléfono o Internet, que a su vez gozan de beneficios como una mayor velocidad de conexión o una mejoría en la calidad de las recepciones.

Como todas las tecnologías que reportan bienes innegables a los usuarios (y, de forma directa, grandes ganancias a las empresas que las crean), el cable ha tenido una rápida implantación en diversos países, entre los cuales se puede citar el nuestro. En esta nueva tecnología España no ha querido quedarse a la cola, por lo que la fibra óptica se ha desarrollado como un proyecto de modernización de las habituales redes de comunicación existentes. Andalucía es una de las comunidades donde el cable se está introduciendo con mayor fuerza. Aunque la llegada de la tecnología a nuestra comunidad es relativamente reciente (Supercable y ONO comenzaron a funcionar sobre 1997), el cable está adquiriendo un gran vigor que se puede comprobar en la incesante distribución que de él se hace por todas las calles de nuestras ciudades.

Probablemente, dentro de un posible ranking entre las comunidades españolas, Andalucía no logre situarse entre las primeras en cuanto a usuarios del cable se refiere (superada, obviamente, por otras como Madrid o Cataluña), pero en nuestra comunidad actualmente funcionan dos potentes empresas que ofrecen estos servicios a la población, a saber, Auna y ONO. Auna es la que proporciona el cable a casi todas las provincias andaluzas, mientras que ONO opera sólo en las restantes.

Tal y como ocurre con las tecnologías que consiguen asentarse, el cable es, ante todo, un negocio. En nuestra comunidad, las dos empresas proveedoras del mismo y que, hasta el momento, se habían considerado rivales, están negociando una futura fusión de las plataformas (que, en realidad, será una absorción de Auna por parte de ONO), adquiriendo así el monopolio en Andalucía.

Como sucede con todos los nuevos avances que aún se encuentran en fase de desarrollo y crecimiento, el cable también cuenta con una parte negativa. Los servicios, en ocasiones, proporcionan algunos problemas de funcionamiento a los usuarios, tales como los que se pueden observar en esta noticia referente al Grupo Auna. Sin embargo, nunca está de más darle una oportunidad a una tecnología emergente que, una vez asentada, será capaz de reportarnos tantos beneficios.

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